"Vivimos en el mejor de los mundos posibles" (Gottfried Leibniz)
"Vivimos en el peor de los mundos posibles" (Arthur Schopenhauer)
1. Óscar, compañero del campus de la facultad de filosofía, llevaba siempre gorras de colores. Lo recuerdo por sus irrompibles gafas de pasta negra y por filosofar con un porro en los labios y los pantalones caídos enseñando sus modernos calzoncillos. Óscar pasaba todas las horas del mundo en el césped o en la cafetería de la antigua facultad. Lo recuerdo sin afeitar, tocando la guitarra o pidiendo apuntes en época de exámenes. Era un buen chico. Y era muy listo.
2. Es la primera vez que estoy escribiendo en mi blog desde el trabajo. Hasta ahora entraba a internet, miraba noticias de cine y leía artículos de opinión. No entraba al correo, ni al facebook, ni al blog, como si eso me hiciera ser mejor persona. Pero ayer me aburría de coger llamadas y entré a mi correo, sin saber ya dónde entrar, y hoy estoy aquí escribiendo en vez de estar pasando faxes. Y tengo a mi jefa justo detrás de mí haciendo la vista gorda porque en realidad no hay mucha faena. ¿Qué hago aquí? Siento que no puede haber un mundo peor.
3. Todas las mañanas entro a leer artículos de Quim Monzó, Juan José Millás o David Trueba. Son buenos. Les pagan por escribir. A mí me malpagan por tomar pedidos de lentes. Lo más parecido a cobrar por escribir es escribir en horas de trabajo. A veces sueño en un posible mundo mejor en el que todo el mundo trabaja de lo que más le gusta. Yo soy escritor. Me levanto por las mañanas y voy a mi despacho, leo los periódicos, tomo una taza de café y escribo en mi ordenador el artículo del día. Pero, ¿es acaso eso posible?
4. Terminaron las actuaciones de Apocatómbesis y me queda un extraño sabor a éxito. Extraño por poco conocido. Ha ido tan bien de público que no nos lo creemos. No entiendo que haya venido tanta gente desconocida a vernos sin haber hecho apenas publicidad. Nos dicen que es el boca a boca. Nos dicen que ha gustado. Es muy emocionante. Cristian, nuestro profesor de teatro, ha estado estos días en Barcelona. Nos ha visto. Nos ha felicitado. Se siente orgulloso y nos ha dado mil consejos. Ahora estamos un poco menos huérfanos. Se agradece tenerle por aquí en un momento como éste. Él es el director simbólico de la compañía. Yo cuando escribo, cuando ensayamos, siempre pienso: "¿Qué opinaría Cristian? ¿Cómo lo haría él?". Pienso el teatro como él me ha enseñado a hacerlo. En un mundo posible de un rincón de mi imaginación, Cristian se queda y nos dirige.
5. Como estos, se me ocurren cada día cien mundos posibles mejores al mundo en el que vivo. Posibilidades alternativas a la realidad que veo construida a mi alrededor: Álex, mi familia, mi vida... Que soy profesor. Que publican mis novelas. Que me dan premios... Eso me hace sentir algunas veces en el peor de los mundos posibles, bajo el tapiz de mi narcisismo. Pero hoy recuerdo a Óscar, con sus porros y sus pantalones caídos. Recuerdo escucharle conciliar a Leibniz y Schopenhauer en un pensamiento muy sabio: "Vivimos en el peor y el mejor de los mundos posibles al mismo tiempo porque es éste el único mundo en el que vivimos". Óscar tenía razón. Y yo me pregunto: si es posible, ¿por qué no intentarlo? Y si no es en este mundo, ¿dónde sino?
3 comentarios:
Felicidades por apocatómbesis. Me reí mucho, más de lo que me esperaba, aunque me esté mal decirlo. Yo también soy escritora de oficina, será por eso que cambio de trabajo tan a menudo.
A la revoulción cantando, boicoteando, escribiendo, reapropiándonos de los ordenadores de los medio s de producción.
lo has vuelto ha ver a Oscar ?
Vi a Oscar el año pasado por última vez saliendo de la uni. Estaba igual que siempre. No hablamos de filosofía. Saludos. :)
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