27 de junio de 2010

OVER THE RAINBOW

"Somewhere over the rainbow, skies are blue and the dreams that you dare to dream really do come true"  (Judy Garland, Over the Rainbow)

La boda de Carles y Ginés fue para mí un día muy especial. Todas las bodas tienen algo que las hace únicas, a pesar del ritual y las convenciones repetidas una y otra vez hasta que han perdido su sentido. A pesar del negocio y las ofertas en pack de los restaurantes. Sin embargo, no hay nada que haga más especial la ocasión que un enlace en el que los invitados participan con actuaciones como regalo y homenaje a los novios y los invitados. En la boda de Carles y Ginés cada uno de nosotros quiso aportar algo y fue muy emotivo. Yo canté una canción, pero antes quise hacer un pequeño discurso medio improvisado. No puedo reproducirlo palabra por palabra, ya que no lo preparé exhaustivamente, pero voy a intentar escribir más o menos lo que dije o, al menos, lo que creo que quise decir.

METRO-GOLDWYN MAYER
"Me hace mucha ilusión estar esta noche aquí, primero, porque me encantan las bodas, sobretodo cuando quien se casa son personas a las que de verdad aprecias. Y segundo, porque es mi primera boda gay. Nunca he estado antes en una boda gay y estoy emocionado. Aunque tengo que confesar que hasta el momento me esta pareciendo poco gay para lo que yo me esperaba, ¿no os parece? Pero no os preocupéis porque yo ahora voy a cantar una canción de Judy Garland para subir el listón. Creo que es lo más gay que se ha hecho esta noche sin contar la ópera. Aunque la verdad, ésta no ha sido mi primera opción a la hora de escoger la canción que quería cantar. Yo quería cantar una canción que saliera en Carniceros de Milwaukee porque es una obra de la que guardo muy buenos recuerdos, en la que pasasteis de ser amigos a ser personas importantes de mi vida. Y creía que la elección más adecuada era Love is in the Air porque es obvio que hoy aquí se respira amor. Pero la descarté porque me recuerda a un ex-novio. Así que finalmente me he decantado por Over the Rainbow, que también salía en Carniceros y que me parece que describe mucho mejor como yo me siento respecto a vosotros dos. Quiero decir que, en cierta manera, yo siempre os he visto como si vosotros estuvierais al otro lado del arcoiris... y yo no. Yo siempre he sido el miembro más joven de la compañía. Y que conste que lo de miembro no va con segundas, y que lo de joven cada vez menos... Pero el caso es que cuando os conocí yo tendría unos diecinueve o veinte años y nunca había visto un gay más que en Melrose Place. En aquella época yo salía con una chica, luego lo dejamos, luego me enrollé con una rubia... y mientras tanto vosotros ya érais una pareja súper-estable. Y a mí me llamaba mucho la atención; os observaba, y se os veía tan felices y bromeabais sobre cosas de las que nunca había escuchado hablar. Me acuerdo mucho de aquella época y ahora, ya me veis, en una boda gay, mencionando a mi ex-novio y cantando una canción de Judy Garland. Básicamente, lo que quiero es daros las gracias. Hoy que todo parece tan fácil, hay que decir que en realidad no lo es tanto. Y que si las cosas han mejorado es gracias a la lucha que ha llevado a cabo vuestra generación a la que le ha tocado ir un poco por delante de la mía. Gracias en nombre de los que tienen mi edad y de los más jóvenes porque todo lo que ahora heredamos son vuestros logros. Una lucha que en realidad no ha consistido en otra cosa que tratar de vivir honestamente y disfrutando de ser vosotros mismos. Muchas gracias, de verdad. Y sólo añadir a todo esto que los demás deberíamos tomarles como ejemplo. Los armarios no son exclusivamente para gays y lesbianas. Todos vivimos de alguna manera encerrados, con trabajos que no nos gustan, soñando vivir una vida diferente, fingiendo ser quienes no somos para ser aceptados por nuestros amigos o nuestra familia. En Carles y Ginés veo el ejemplo de cómo se pueden romper esos armarios, de cómo es posible pasar a vivir a ese lugar al otro lado del arcoiris y ser feliz. Que nos sirva a todos. Si ellos han podido, todos podemos".

¡Vaya! ¡Ahora que lo he escrito, me acabo de dar cuenta que me enrollé un montón! En fin, os dejo también la traducción en castellano de la letra de la canción, por si alguien no sabe inglés y tiene curiosidad. Con todo mi cariño:
En algún lugar más allá del arcoiris, muy arriba, hay una tierra de la que escuché hablar una vez en una canción de cuna.

En algún lugar más allá del arcoiris, los cielos son azules y los sueños, si te atreves a soñarlos, se cumplen de verdad.
Un día le pediré a una estrella un deseo y me despertaré allá donde las nubes queden lejos detrás de mí. Allá donde los problemas se funden como gotas de limón, lejos, por encima de las chimeneas será donde me encontraréis.
En algún lugar más allá del arcoiris, vuelan pájaros de color azul. Si esos pájaros vuelan más allá del arcoiris, ¿cómo es que no puedo yo?
Si los pajaritos de color azul vuelan más allá del arcoiris, ¿por qué no puedo yo? 

22 de junio de 2010

UN, DOS, TRES... ¡BODAS!

"El matrimonio es y seguirá siendo el viaje de descubrimiento más importante que el hombre pueda emprender" (Sören Kierkegaard)


Hace tres años me sorprendía gratamente de ser invitado por primera vez a bodas de parejas amigas de mi generación. Es decir que no eran los típicos compromisos familiares, sino personas que habían ido conmigo al instituto, que tenían más o menos mi edad y que decidían casarse. En su momento, lo vi como un signo de que estaba empezando a hacerme mayor. Pues bien, el pasado domingo asistí a mi tercera boda de amigos en este mes, mientras que otros de mis amigos están teniendo hijos o planeándolo actualmente. Parece que lo de empezar a sentirme mayor se ha quedado hasta antiguo. Hay un chico de mi clase de inglés del British Council que este año tiene nueve bodas, así que mejor no voy a quejarme...
Hoy en día las bodas han mejorado mucho en cuanto a buen gusto y originalidad. Al menos esa es mi perspectiva, no es que sea yo un experto en bodas. Pero las bodas que yo recuerdo de hace mil años no me parecían tan chulas. Ahora se lleva mucho buscar un sitio bonito y casarse en un jardín al estilo americano. Incluso el juez (o lo que sea) que oficia la boda da un discurso más profundo, sensato e incluso más sano que los largos y acartonados de antes. Tengo que decir que en dos de las bodas que he ido era el mismo tío y que en la otra, no asistí a la ceremonia. Así que conste que la generalización es gratuita, pero bueno, quiero pensar, como estuvo bien, que han sido representativas. 
El caso es que, tras la pereza inicial, he disfrutado mucho más de lo que me esperaba de las tres fiestas, de elegir el vestuario, de participar en la celebración, de estar con la gente. Ahora que ya no me toca sentarme en la mesa de los niños, me alegro de darme cuenta de que estoy a gusto en el lugar que me corresponde. Que estoy preparado para estar a la altura de las circunstancias. Que no me resisto a que la vida siga su curso. Que me gusta mi momento, mi edad, mi generación, mi entorno y todas las personas con las que tengo el placer de compartirlo. En ese sentido, ¡que vivan las bodas! ¡Y felicidades a todos los recién casados! ¡A disfrutarlo!

15 de junio de 2010

NO TIME ENOUGH

"El tiempo es invención o no es nada en absoluto"  (Henri Bergson)

DALÍ
Me gustan los filósofos franceses, ¿saben? Me hacen reír. Son tan sumamente pesimistas que me acaban alegrando el día. Los seres humanos estamos llenos de contradicciones. No hacemos otra cosa en la vida que elegir sin parar y tomar decisiones. Y después nos quejamos de las consecuencias de lo que hemos elegido nosotros mismos. Hay un chiste que dice:
Doctor, doctor, me duele cuando giro la muñeca.
Pues no la gire.
En las últimas semanas, no he tenido tiempo para nada. Eso de estar demasiado ocupado es algo detesto absolutamente. Y sin embargo, estoy siempre comprometiéndome, trabajando en mil sitios diferentes, estudiando, ensayando, ideando proyectos. Lo que yo elijo es lo que después me molesta. Y después tengo un día libre y no sé qué hacer. Y me aburro. Y necesito ocupar mi tiempo con algo. Seguro que os resulta familiar. ¿Saben lo que de verdad me molesta de andar tan liado? Que no tengo tiempo de hacer más cosas todavía que quisiera hacer y no puedo.
El señor Bergson dijo que el tiempo no existe; sólo la materia y el movimiento. El tiempo, decía, es algo que ha inventado el ser humano para poder medir la duración de las cosas. Una sucesión de lo que llamamos "instantes presentes" pero que tampoco son nada al fin y al cabo. Y seguramente tenga razón. Hay pocas cosas que de verdad existan, si te pones a pensar. Sin embargo, eso no las hace menos valiosas. Las cosas que no existen son más fáciles de moldear que las verdaderas.
Desafortunadamente, y por mucho que a mí y a Bergson nos pese, no puedo evitar que se haga de noche y que a la mañana siguiente vuelva a salir el sol y pasen los días. Y no puedo evitar de ninguna manera que mañana empiecen mis exámenes de inglés y que no haya estudiado lo suficiente. Porque es mañana a las nueve en punto de mi reloj y no en otro momento. Existan o no las horas, esa es la convención y me la tengo que comer me guste o no. 
Si hubiera tenido más tiempo, exista o no, ahora no tendría que estar pidiendo suerte. Exista o no.