23 de noviembre de 2010

LA GENERACIÓN NOSTÁLGICA

Me he comprado un reloj. Es un Casio Retro. Un modelo idéntico a los típicos relojes Casio que llevábamos cuando éramos pequeños pero con correa metálica. Me hace ilusión. No uso reloj desde que me compré mi primer móvil a principios de siglo: un Motorola con antena que apenas me cabía en el bolsillo. ¿Para qué seguir llevando reloj si podía ver la hora en el móvil? Así que me saqué mi Casio de goma negra, lo metí en algún cajón y nunca más supe de él.
Yo no llevo pulseras, anillos, pendientes ni collares. Nada. Y me gusta que sea así. Pero últimamente sentía por primera vez en muchos años que sacar el móvil para ver la hora es en realidad un coñazo.
Un día estaba con Tino en el parque de la Ciutadella y me fijé en su reloj:
Yo tenía un reloj como ese cuando era pequeño. Con alarma y cronómetro.
Sí, vuelven a estar de moda.
Creo que lo echo de menos.
Cómprate uno. Ahora lo lleva todo el mundo.
En ese momento me di cuenta que había pasado tanto tiempo que mi mal gusto había dejado de estar desfasado. Si llevas algo pasado de moda, eres un cutre. Excepto si está muy, muy pasado de moda. Entonces, tienes estilo.
Estos días ha surgido una iniciativa en facebook: poner como foto de perfil un dibujo animado de tu niñez. Yo no suelo seguir este tipo de reivindicaciones colectivas, pero en este caso lo hice, precisamente porque tenía el atractivo de no reivindicar nada. Simplemente es "para que el facebook se inunde con un montón de recuerdos de la infancia" y así alimentar nuestra insaciable nostalgia.
A veces me pregunto: ¿qué le pasa a nuestra generación que no puede parar de recrearse en sus recuerdos? Gran parte del éxito de facebook se basó en que podías encontrar a tus antiguos compañeros de colegio de los que no sabías nada desde hace años y organizar cenas con ellos y recordar los viejos tiempos. Pero ahora que ya hemos buscado a todo el mundo que podíamos recordar y que quien no tenga facebook seguramente ya nunca se lo hará, ¿qué hacemos? Les pedimos a nuestros viejos amigos, que ya no son novedad, que sustituyan sus fotos (su identidad) por imágenes capaces de emocionarnos de nuevo.
Yo que, como todos, soy tan feliz con mi Casio Retro y viendo las fotos de personajes de la tele, me pregunto: ¿es que nunca nos cansaremos? ¿Seguiremos añorando los años ochenta eternamente? ¿Qué pasa con las nuevas décadas? ¿Qué pasa con el presente? ¿Pasarán treinta años y seguiré añorando a Espinete? ¿O añoraré también las cosas nuevas que me gustan hoy en día, aunque no sean de los ochenta? Además, ¡qué coño! Si Espinete tampoco me gustaba tanto...
A lo mejor dentro de diez años, se vuelven a llevar los teléfonos Motorola con antena que no caben en el bolsillo, igual que han vuelto los viejos cascos de walkman con diseños actualizados. No tengo ni idea de lo que sucederá.
Hace poco uno de mis alumnos más pequeños me confesó que sentía nostalgia de los teletubbies. Quizás eso nos puede dar una pista. Aunque no sé si significa que nuestra generación no es la única o que lo peor está aún por llegar.

3 comentarios:

Ariadna dijo...

Yo me he comprado uno igual!!

ReichMT dijo...

Mi amiga carolina se ha compraco uno en rosa chicle, ¡está enamoradísima de su casio rosa! Yo sudo mucho, no me gustaban antes, no me van a gustar ahora XD
Pero lo cierto es que vuelven los 90, fijate bien en las esteticas que se van promoviendo desde los diseñadores más urbanos. ¡Es terrible a mi entender! Siempre nos quejamos de los 80 pero nadie parace querer recordar qué tan cutres fueron los 90 ;)

Unknown dijo...

pues yo doy dando la nota con un " Mercury Watch " de 1948 acabado de restaurar. también tengo uno de estos pero del 1980.