31 de julio de 2012

OHIO

I.

Desnudo frente al mar reta a la luna
con una partitura de piano
y un batido de horchata inoportuna
en clave de sol turco-americano.

Su hogar es una playa y su bandera
un viaje por Europa en patinete,
un deseo que late sin frontera,
un soldado de concha y cacahuete.

Veintiséis sirenitas catalanas
se ahogan en lo azul de sus retinas
y cuenta la leyenda que en Ohio

han cerrado de pena las ventanas,
desde que se ha marchado, las vecinas,
y no hay música, Dios, ni mes de mayo.

II.

Poeta rubiales, pintor abstruso,
políglota de labios vacilantes,
resucita las lenguas en desuso
que olvidan en un bloc los estudiantes.

Epidemia de nostalgia, canción
triste de pétalos de margarita.
Descuida si te rompe el corazón,
va a tener preparada una tirita.

Guitarra del Poble Nou, piel dorada,
una vez me besó de madrugada,
había muchas olas todavía.

Y se empañó el cristal de los cubatas,
el miedo se encargó de las posdatas
y brindamos con rajas de sandía.

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