12 de noviembre de 2011

ZAPPING

"Pareciera, en efecto, que las masas se equivocan y los individuos siempre tienen razón" (Boris Vian)


... despierto cada madrugada exactamente a las 5:03 a.m. con la sensación de que nunca más volveré a dormir. Intento pensar en algo que me inquiete para justificar el insomnio. Busco fantasmas en las sombras del techo y las cortinas y cuando mis ojos se acostumbran a la oscuridad, sé que estoy perdido. Me pongo la almohada en la cara. Se me ocurren un par de ideas para una obra de teatro, pero no me levanto. No estoy tan desesperado todavía. De madrugada, todas las malas ideas parecen buenas. Y como yo nunca he sabido...

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... sostiene la puerta con la mano, le beso en los labios. No se aparta. No se acerca. Mira al suelo. El color de su piel desnuda contrasta con el blanco de sus calzoncillos Calvin Klein y yo le digo: "Lo siento". Le acaricio la mejilla con el dorso de mi mano pero ha decidido dejar de mirarme. Y me dice: "No te conozco". Y poco a poco va entornando...

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... que yo conocía y tiene piercings en lugares de la cara que parecen escogidos al azar. Sus dos amigas están sentadas en el asiento de enfrente y no paran de reír. El vagón de metro se tambalea y eso les divierte. Yo observo en silencio. Y entonces dice: "¿Habéis escuchado lo del hombre que ha decapitado a su hija de 18 meses con un cuchillo de cocina?". Se ríe otra vez. "Dice que lo hizo porque el diablo se lo había pedido". Parece que esté explicando el mejor de los chistes. Entonces, se señala el pecho y tres viajeros no apartan la vista de sus tetas. "Era de Girona... como yo". Y se ríe con el orgullo de...

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... le caen dos ríos de lágrimas como a un dibujo animado. El viento las arrastra y desordena su flequillo. Con la torre Agbar de fondo, parece una escena de película. En un segundo me siento tentado a detenerla y preguntarle: ¿qué te pasa? Pero llego tarde a la universidad y hace frío y camino en dirección contraria. Nos cruzamos y en seguida queda atrás. Cuatro pasos por delante, se acerca un chico que me resulta familiar. Es el tipo que hace de Homo APM en...

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... que no soporto el ruido y no me salen las palabras. Tengo que entregar mañana el artículo de Historia del Periodismo y mis padres tienen a todo volumen Sálvame. Es en esos momentos...

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... desesperante. Requiere un gran nivel de concentración y empiezo a dudar de que consiga al fin dormirme. No puedo relajarme si tengo que visualizar el animal saltando y saliendo por un lado y otro entrando y saltando otra vez. Así que imagino un pincel que dibuja en el aire los números. Empiezo a contar desde cien hacia atrás. Noventa y nueve. Noventa y ocho. Noventa y siete. No puedo dormir. Noventa y seis. Noventa y cinco. Cuando llego a cero, vuelvo a empezar. Esta vez desde doscientos. Ciento noventa y nueve. Ciento noventa y ocho...

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... ciclista que se cruza en una curva con una mujer que le grita: "¡Cerdo!". El hombre indignado responde: "¡Puta!" y se lamenta de la mala educación de la gente. Al girar la curva, se encuentra un cerdo enorme y ya no tiene tiempo de frenar. Tropieza con él y se cae por el barranco y muere...

Shutdown.

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