15 de agosto de 2011

GAMBIA: La llegada

Invierto gran parte de las cinco horas del vuelo a leer relatos de Borges. No nos han dado nada de comer ni de beber, así que desciendo del avión con el extraño convencimiento de ser quizás una apariencia que otro está soñando.
El aeropuerto no está mal para ser un aeropuerto africano, aunque Bakary dice que es pobre y feo de mierda. Es difícil prever lo que te puedes encontrar la primera vez que viajas al mal llamado Tercer Mundo.
Un tío de Mali, amigo dictador. Tío pagó nuevo aeropuerto- me explica.
En el nuevo aeropuerto, con su diseño moderno y sus techos altos, se va la luz cada diez minutos. Bienvenidos a Gambia.
Por primera vez en mi vida tengo que hacer la cola de los extracomunitarios y mientras la cola de los negros avanza deprisa, yo tengo que esperar con los otros blancos. Son las doce de la noche en España o ya he perdido la cuenta. Tengo hambre.
Where do you stay? pregunta el militar.
Como puedo le explico porque no lo tengo muy claro. Pero como a él tampoco le importa demasiado pasamos a how long y en seguida ya puedo empezar a pelearme por mis propias maletas.
La cosa es que la gente camina por encima de la cinta transportadora de equipajes, de un lado para otro sin control y es más difícil de encontrar tu maleta de lo habitual. La cosa es que cuando por fin la ves, resulta una odisea llegar hasta ella. Por suerte, los cortes de luz ayudan a que deje de avanzar lejos de ti. La cosa es que cuando por fin la tengo en mi mano, un joven gambiano se ofrece a ayudarme y me la arrebata.
Por eso hay el doble de gente de lo normal. Por cada turista, aparecen dos o tres mozos de no se sabe dónde.
Bakary está nervioso y nos dice que no dejemos que nadie nos coja el equipaje, pero mi maleta ya se ha perdido entre un mar de piernas. Rápidamente aparto a dos o tres tipos. Todo el mundo parece caminar en dirección contraria. Miro a ambos lados hasta que veo al chico con mi valija esperando en una esquina. Dos pasos y estoy frente a él.
Thank you sonrío aferrándome a una de las asas.
I help you.
No, thank you.
Nuestras manos comparten un momento de tensión empuñando el mismo agarradero hasta que de un amable tironcito recupero lo que es mío y el mozo se va.
Respiro hondo. Busco a mis amigos y los descubro a todos en situaciones similares.
Este chico ha puesto todas mis maletas en un carrito se lamenta Vanessa.
La cosa se complica pero no estoy dispuesto a perder nuestra primera pequeña guerra: me remango y frunzo el ceño. Espero el menor despiste del muchacho y en menos que canta un cocodrilo, ya estamos saliendo por la puerta de ARRIVALS con nuestras cosas, rodeados de una nube de gente que ni la Pantoja en Barajas.
Bakary abraza a su tío, su hermano y sus amigos y mucha gente empieza a darnos la mano. Y ahora otra vez, todos nos llevan las maletas.
Bakary, ¿conoces a toda esta gente?
No.
El chico que ahora lleva mi equipaje me supera en dos cabezas y lleva una camiseta roja un poco sucia.
Bakary, ¿este chico es tu amigo?
No lo he visto en mi vida.
Y otra vez me toca recuperarla.
Los amigos de Bakary nos han venido a buscar en un minibús que alguno de ellos compró ahorrando dinero cuando trabajaba en Europa. Ahora los nueve blanquitos recién llegados, estamos sentados en sus cómodos asientos mientras ellos acaban de colocarlo todo en la baca y el maletero. Venimos con su amigo y quieren que nos sintamos bienvenidos. Por eso sus mujeres nos han preparado la cena.
Esto sí que es un recibimiento de gran hombre blanco bromea Álex.
Supongo que lo es.

3 comentarios:

ReichMT dijo...

¡Aaaaii cómo me he reído! Que debe haber sido estresante pero lo has contado muy graciosamente. Los chocques culturales son muy fuertes. Todo el mundo que ha ido a Africa me lo ha explicado.

M. Isabel Vergara dijo...

Me ha encantado Ivan. Una crónica fantástica!! Antropológica, interesante, divertida. Gracias por traerme un poquito de viaje a la que se quedó en Europa.

Ifa dijo...

Ahahaha, that's exactly what happened to me when I went to Madagascar for my sister's wedding. Except that I had to give the kids some money for the luggage because otherwise I would have been the Malgasy-turned-European who is betraying her own home country. Will send you an e-mail tonight Ivanito :)