19 de diciembre de 2010

BLAKE EDWARDS QUE ESTÁS EN LOS CIELOS

¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo? ¿Color rojo? Querrá decir negro. Se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles. De repente, se tiene miedo y no se sabe por qué. (Desayuno con Diamantes)

"Desayuno con diamantes" (1961)
Siempre fui un niño compulsivo. Al llegar del colegio, tiraba la mochila cargada de libros en el suelo de la salita sin ni siquiera entrar, corría por todo el pasillo hasta el comedor y me sentaba delante de la televisión. Cada tarde. Todos los días. Como un ritual. Ponía en el vídeo una cinta VHS con películas grabadas de televisión. Comedias antiguas que nunca me cansaba de ver.

Me tiraba en el suelo con un cojín en la cabeza y veía una y otra vez al inspector Clouseau peleándose con su criado chino hasta destrozar la casa. O a Jack Lemmon y Tony Curtis en medio de una guerra de tartas. Y me retorcía en el suelo de risa. Si una escena me gustaba mucho, rebobinaba la cinta y la volvía a ver enfermizamente. A medida que la imagen se iba deteriorando, se iba a su vez grabando en mi cabeza.

Dirigiendo "La carrera del siglo" (1965)
Mi hermano mayor es deportista. Mis padres presumían constantemente de sus trofeos. Por eso yo nunca fui bueno en ningún deporte, ni siquiera me interesó. Hasta que descubrí el teatro, lo único que quería hacer era sentarme a ver aquellas películas maravillosas porque sabía que eran el único lugar en el que los golpes no hacían daño. Ya podían caerse por la ventana o atravesar la pared con la cabeza, en seguida se levantaban de nuevo llenos de polvo como si nada. El dolor y el fracaso eran divertidísimos. Mientras las veía tenía la agradable sensación de que nada malo me podía ocurrir.

"La pantera rosa ataca de nuevo" (1976)

Algunas veces vuelvo de la oficina asqueado, tiro al suelo la americana y me tumbo en el sofá. Me quedo mirando al techo como si pudiera ver el cielo a través de él. Pero lo único que se ve son unas manchas de humedad que por mucho que las pintemos siempre vuelven a salir.

Entonces, siento el impulso de poner el dvd de El Guateque para reírme un rato de ese Peter Sellers que se parece tanto a mí cuando acudo a fiestas en las que no sé qué hacer ni qué decir y todo acaba siendo un desastre. Pero en seguida me doy cuenta que es muy tarde y que tengo que hacer la comida porque sino no voy a tener tiempo de nada. Y acabo poniendo las noticias para enterarme de las desgracias del día.

"El guateque" (1968)

Este ha sido un año de grandes pérdidas para mí. Han muerto artistas a los que adoro como Tony Curtis, Leslie Nielsen, Luis G. Berlanga, Manuel Alexandre, Antonio Ozores... Todos me han hecho reír un montón. En ese sentido, gracias a ellos he sido mucho más feliz.

Pero cuando Carles me anunció que había muerto Blake Edwards sentí una tristeza diferente, difícil de describir. Sentí que me entregaban en los brazos el cadáver de un niño con el pelo rizado. El cuerpo muerto de un niño sonriente. Y pensé en mi padre. Y pensé en Julie Andrews. Y tuve miedo a resbalar con una cáscara de plátano y hacerme daño. Así que me acerqué al televisor y tumbé al niño en el suelo frente a él. Le puse el dvd de El Regreso de la Pantera Rosa y secándome las lágrimas me fui a trabajar porque ya era tarde.

"Victor o Victoria" (1982)

Descansen en paz: Blake, el niño y todos los demás. Si existe el cielo, a estas alturas ya es un lugar mucho más divertido que éste. Eso seguro.

2 comentarios:

carles dijo...

Tampoco fui, ni soy, ni seré deportista. Y mis recuerdos de niño van ligados a las películas que ponía TVE (o quizás la UHF), sobre todo el sábado por la tarde. Me refugié en los clásicos desde niño (westerns, aventuras, musicales y muchas comedias). Blake Edwards surgió entre varios, e incluso llegué a ver alguna de las Panteras Rosas directamente en cine. Entiendo perfectamente esa sensación de refugio que proporciona el cine algunas veces en la vida... y que a veces añoro, porque me gustaría volver a ser niño o adolescente sólo por ver a solas, y por primera vez, cualquier película de Edwards, Donen, Wilder, Minnelli, Hitchcock, Houston, Wyler, Lean y tantos otros.

Siento haberte dado la mala noticia... Pero me alegro de que haya escrito este hermoso post, quizás uno de los que más entiendo y más me ha emocionado.

PATIÑO dijo...

Siento haberte preguntado: quién es? Al comunicarme su fallecimiento, que poca sensibilidad :(