22 de junio de 2010

UN, DOS, TRES... ¡BODAS!

"El matrimonio es y seguirá siendo el viaje de descubrimiento más importante que el hombre pueda emprender" (Sören Kierkegaard)


Hace tres años me sorprendía gratamente de ser invitado por primera vez a bodas de parejas amigas de mi generación. Es decir que no eran los típicos compromisos familiares, sino personas que habían ido conmigo al instituto, que tenían más o menos mi edad y que decidían casarse. En su momento, lo vi como un signo de que estaba empezando a hacerme mayor. Pues bien, el pasado domingo asistí a mi tercera boda de amigos en este mes, mientras que otros de mis amigos están teniendo hijos o planeándolo actualmente. Parece que lo de empezar a sentirme mayor se ha quedado hasta antiguo. Hay un chico de mi clase de inglés del British Council que este año tiene nueve bodas, así que mejor no voy a quejarme...
Hoy en día las bodas han mejorado mucho en cuanto a buen gusto y originalidad. Al menos esa es mi perspectiva, no es que sea yo un experto en bodas. Pero las bodas que yo recuerdo de hace mil años no me parecían tan chulas. Ahora se lleva mucho buscar un sitio bonito y casarse en un jardín al estilo americano. Incluso el juez (o lo que sea) que oficia la boda da un discurso más profundo, sensato e incluso más sano que los largos y acartonados de antes. Tengo que decir que en dos de las bodas que he ido era el mismo tío y que en la otra, no asistí a la ceremonia. Así que conste que la generalización es gratuita, pero bueno, quiero pensar, como estuvo bien, que han sido representativas. 
El caso es que, tras la pereza inicial, he disfrutado mucho más de lo que me esperaba de las tres fiestas, de elegir el vestuario, de participar en la celebración, de estar con la gente. Ahora que ya no me toca sentarme en la mesa de los niños, me alegro de darme cuenta de que estoy a gusto en el lugar que me corresponde. Que estoy preparado para estar a la altura de las circunstancias. Que no me resisto a que la vida siga su curso. Que me gusta mi momento, mi edad, mi generación, mi entorno y todas las personas con las que tengo el placer de compartirlo. En ese sentido, ¡que vivan las bodas! ¡Y felicidades a todos los recién casados! ¡A disfrutarlo!

3 comentarios:

carles dijo...

Estuviste muy a la altura de las circunstancias... al menos en mi boda. Ya te lo dije en su día. El momento "Pedro Zerolo" fue impresionante... Jajaja. Algún día tienes que contarlo a tus lectores.

Besos efusivos de un recién casado (esto suena mal ahora que tengo marido... Jeje)

Carles dijo...

Ah... y me olvidaba del momento Judy Garland!!! Es verdad!!!

(Como acaparaste protagonismo en mi boda, nen!!! Jajajaja.)

Anónimo dijo...

Gracias, Carles, me lo pasé muy bien. Hice lo que sentía que tenía que hacer y me quedé muy a gusto. Creo que escribiré más o menos lo que dije uno de estos días que tengo tiempo libre. Un beso, casao!