14 de septiembre de 2008

UN AS EN LA MANGA

"Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé" (Cambalache, Enrique Santos Disépolo)

MGM

Aquella mañana me gritaron varias personas. Entiendo que me griten, quizás yo también gritaría si me hubieran cortado la luz por un error de facturación y hubieran venido a arrancarme el contador. Seguramente gritaría si me hubieran cobrado seis mil euros de luz al pasar por equivocación todos los recibos de mis vecinos por mi cuenta bancaria. Si fuera el dueño de una pescadería al que le cortan la luz durante horas y pierde todo su género, haría algo más que gritar. Pero eso no hacía que me sintiera mejor. Una vez las dos partes acuerdan que no se puede hacer nada, uno grita y el otro escucha: y todos jodidos.
Aquella mañana me insultaron, si no recuerdo mal. Era algo habitual. Tardé demasiado en dar una información o quizás repetí como un autómata: "Pero no podemos hacer nada". Nunca he sido de los que se van corriendo a llorar al baño pero el caso es que uno se cansa de ir tragándoselo todo, incluso las lágrimas. Aunque entonces ya todo me daba igual. Tenía la carta de renuncia en la cartera. De todos los compañeros que hicieron la formación conmigo sólo quedaban cuatro, ninguno de ellos con intenciones de continuar mucho tiempo. Así que les llevé mi carta de renuncia a la hora del descanso. Con decisión y la barbilla alta. Les dije que lo quería dejar esta semana y respondieron: "¿Qué tal si lo dejas hoy? Nos va mejor por tema de contratos". Y ya no tuve que volver más.
Lo malo de que tan poco importe quien va y quien viene en este trabajo es que tan poco importa también la labor del teleoperador en ese puesto. La persona a la que exponemos nuestras quejas y de la que esperamos algún tipo de solución es una cabeza de turco que está contando los minutos que le faltan para dejar su puesto por hoy o para siempre. Es una lástima. ¡Vaya una sociedad avanzada! A mí, desde dentro, no se me ocurrían otras soluciones que quemar mi empresa u otras alternativas altamente destructivas. Lo a gusto que se debe quedar uno... Se aceptan sugerencias.
Afortunadamente, encontré otro trabajo: digno y bien pagado. Estaba a la espera de su confirmación y por eso no había dejado todavía el otro ni quería decir nada. Ahora soy educador ambiental en un proyecto del Ayuntamiento de Rubí. Dicen que los que trabajan en o para los ayuntamientos trabajan poco y cobran mucho. No seré yo quien desmienta el tópico. Lo gracioso (a parte de mi puesto, para los que me conocen) es conseguir el mejor trabajo de mi vida justo ahora que hay crisis y que todo el mundo dice que todo está tan mal. ¿Seré yo el causante? No creo. Pero es muy propio de mí, supongo. Es otra manera más de llevar la contraria. No sé si por mi parte o por parte del mundo. Eso ya lo decidís vosotros y luego, si os apetece, me lo contáis porque yo solito, la verdad, es que no lo entiendo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

es lo mejor que podías hacer, irte... aunque te hecho de menos :(! Ya no tengo a nadie con el que irme a hacer los desansos, ni con el q dialogar sobre cosas interesantes, jo!!
Y ahora que he decubierto que escribes bien, (no sabia q tuvieras esa sensibilidad!!! *o* te admiro!!), te echaré mas de menos aun :P

AH!!! espero q no seas tu el causante xDDD pk si no me vere obligada con pedirte una indemnizacion ;-P
p.d. te iba a decir nosequé pero el msn no me va ^_^u

Rafael Arenas García dijo...

Pues, enhorabuena por el puesto de educador ambiental. Seguro que es interesante, divertido y, además, puedes acabar la jornada laboral con la sensación de haber hecho algo positivo.
De todas formas, ha sido impagable tu paso por el trabajo de teleoperador. Antes de tus posts ya tenía la impresión de que se trataba de que la gente se desahogara y punto. Tú lo confirmas... y no es una anécdota. Como dices en tu entrada, ¡vaya sociedad desarrollada que tenemos! Es grave, muy grave, más grave de lo que parece.
Ya nos irás contando cómo te va lo de educador ambiental. Saludos.

xesca dijo...

Más que llevar la contraria, yo siempre he creido que eres uno de esos joodidos especímenes que nacen con una flor en el culo (me recuerdas a un hermano que tengo)
Si, ya lo se, lo se y yo, una jodida envidiosa, pero es que te has llevado un puesto con el que he soñado muchas veces; sabes que te odio por ello verdad?
No me lo tengas en cuenta, estos días ando enfadada con el mundo entero, estoy dejando de fumar, quizás puedo llamar a algun servicio de atención al cliente para insultar un rato al teleoperador/a y deshaogarme un ratito??
P.D. Yo también fuí teleoperadora, lo confieso.
Mil besossss

Anónimo dijo...

Sabes que pronto te levantarás y comprobarás que trabajar tiene su encanto.
Y yo lo veré.
:)

PD: Aunque haya que levantarse a las 5.45...
;)
Y yo lo veo ya... juas.