16 de octubre de 2007

SKIRT FOR BOYS, SHIRT FOR GIRLS PARTY

Una misma idea puede ser considerada genial o estúpida, divertida o absurda, original o ridícula, dependiendo de la persona que la juzgue. Cuando vives en un país extranjero, al menos esa es mi idea, es preferible no juzgar y dejarte llevar por las ocurrencias de la gente. Estamos aquí para divertirnos. No es que uno no pueda sentirse estúpido, absurdo o ridículo participando en la idea de otro, pero cuando la casa de tus padres está dos o tres países más abajo de donde tú estás, todo se relativiza mucho.

El pasado viernes acudí a una fiesta bautizada como The Skirt for Boys, Shirt for Girls Party en casa de unos franceses. Ya me había advertido un amigo inglés acerca de la ambigüedad de los gabachos, pero prefiero no entrar en el tema. Matthieu, el chico que me acompaña en la foto, no era uno de los organizadores, aunque sí es francés... pero prefiero no entrar tampoco en ese tema. El leit motiv del encuentro, como decía, a parte del común de emborracharse y pasar el rato, era que los chicos debían ir vestidos con falda y las mujeres con ropa de hombre. Nadie nos explicó el porqué ni nosotros lo preguntamos (intuyendo que no lo había), simplemente fuimos a casa de Sara y Alessia (erasmus italianas) en busca de ropa que ponernos para la ocasión. Desafortunadamente, no había mucho donde escoger. En estas tierras tan nórdicas (irónicamente el país de las faldas) hace tanto frío que las mujeres van con patalones. Al menos, nuestras amigas. Pero rebuscando en los armarios encontré para mí una falda de cuadros por la cual más tarde me acusarían de hacer trampas.

La fiesta, pasada la novedad, no fue nada del otro mundo. La casa era muy bonita: una escalera con alfombra roja, barra de bar en la cocina y estrellas pintadas en las paredes. Por lo demás, lo de siempre: conversaciones en inglés inventado, gente borracha que baila sola, música de diferentes países, vino italiano, güisqui escocés y labios que se encuentran entre la confusión y las burbujas.

Yo no juzgo, pero no puedo dejar de mencionar que me resulta cuanto menos curioso que alguien elija la noche en que su chico va con vestido (o su chica con un bigote pintado) para lanzarse a robarle un primer beso. Debe tener algún morbo añadido que se me escapa. Lo que sí sé es que cuando vas con falda te meten mano, más que en ninguna otra situación en tu vida. Y eso es algo que, debo confesar, me gusta, y no fue el viernes la primera vez que lo sufría (gozaba) en mis propias faldas... Ahora haced un esfuerzo y tratad de no juzgarme.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Trato de hacerlo....pero no puedo!!!!Que mono estas en falda!!!!

Lo juzgo y claro, en ese contexto, me parece muy gracioso!

Lo del beso supongo que no son las faldas, es la fiesta, el alcohol lo que nos hace lanzarnos,....ni te fijas en las faldas/pantalones!!!!

Disfruta y ya sabes, a ponerse falda mas a menudo;)

En 6 dias me voyyyyyyyy!
Fdo: Ella Baila sola!

Anónimo dijo...

Me alegra ver que la cultura del jujujú funciona "all around the world". Propon ir de monstruos la proxima vez, a ver que pasa.
La vida y las faldas son para disfrutarlas, qué carajo.
Disfruta de tu eterna adolescencia, genio.
Un abrazo.
Desde el Km.0

xesca dijo...

Tas mono, tas mono... hay que ver cómo has crecido; cuándo has echado esos pedazo de muslos? grrr!

disfruta de esas juergas universitarias, que luego se las contaras a tus nietos... o no.

Besos