5 de septiembre de 2010

COMO UN TURISTA

I.

Si no mintieran
tanto mis poetas
y salieran
del armario las canciones
volando como cometas
en un cielo de gorriones.
Si fuese el rencor
acaso
un chiste del destino
contado por un triste
sin temblor, ni despedida.
Si el sentido de la vida
tuviera menos sentido
y más risa,
y no fuera una falacia
la burocracia
de la verdad que es mentira,
y sobretodo la prisa
que conlleva la distancia.
Si todo hubiese cambiado
quizás no lo pensaría
y volvería
a tus brazos
como si fuese pecado.
Si me hubieras olvidado
y hasta perderme de vista
no diera mal resultado,
quizás no me detendría.
Si no fuéramos artistas
que conocen el rechazo
volvería a enamorarme
de tu piel
y tus aristas.


II.

Si no diera tanto miedo
el dolor, y los complejos
fueran menos importantes.
Si no hubiese en tu te quiero
la violencia que me expresas
como en un pulso de viejos
de los de antes.
Si al menos fuera feliz
con todo lo que me falta
y fuese menos actriz
la sirena que nos canta.
Si supieras que te encanta
corregirme los recuerdos
y ya no hubiera secretos
y jugar fuera un regalo.
Si lo bueno con lo malo
no fueran un pack completo.
Si aprendieras a entender
los celos que sientes
y, sin apretar los dientes,
empezaras a crecer.
Si tú me dieras de lado
quizás no lo dudaría
y volvería encegado
a comprar tu lotería.
Si el flechazo de Cupido
fuese menos egoísta
volvería a enamorarme
de lo que hemos escupido
como un turista
que se enamora
de ciudades extranjeras.


III.

Si no estuviera tan solo
en todos los aeropuertos
y se me ocurriese el modo
de sentirme menos muerto,
volvería a enamorarme
sin darte ninguna pista
del siguiente avión
que cojo
como un turista
de tus labios, de tus ojos,
de aquella vieja canción
que suena ya tan lejana.

1 comentario:

ReichMT dijo...

Sigh... Debes ser de las pocas personas a las que las terminales de los aeropuertos inspiran de verdad.
Lo triste es que pasamos en ella tantos ratos muertos que todos acabamos garabateando algunas palabras en una libreta; o siendo ciudadanos del siglo XXI quizás más bien tecleemos cuatro letras...
¡Que te hayan sido bonitas las vacaciones!