18 de abril de 2010

DEMASIADO REAL

"La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes" (John Lennon)

ZARA
Ayer fui al Zara. No quería gastar mucho, así que planeé de antemano lo que me iba a comprar: un pantalón rojo y unas bambas negras. Cuarenta euros de presupuesto. Como mucho podía permitirme el lujo de añadir un fular de esos para el cuello. En ocasiones así me doy cuenta de que soy un comprador compulsivo reprimido. Me gasté ciento cuarenta euros. Tengo tres bodas en los próximos dos meses. Esa excusa me hace sentir mejor. Una boda de veinteañeros ilusionados, una boda de treintañeros esperanzados y una boda gay. Sólo me falta ir a la novena boda de Elizabeth Taylor. Pues estoy en Zara y me pruebo mis pantalones rojos y mis bambas negras y todo va bien. Pero de camino a la caja paso por la sección de americanas y cometo el error de pararme un segundo a mirar. Si no quieres gastar más de la cuenta, coge una prenda y camina en línea recta mirando a un punto fijo. No te detengas. No mires atrás. Pero yo me paro y ojeo esas americanas al lado del espejo. Dudo. Me gustan. Y dudo. Son caras. Me pruebo una y entonces es cuando ya estoy perdido del todo. Porque para esa americana me hace falta una camisa a juego... y al final me acabo comprando hasta calcetines.

Ésta ha sido una semana intensa. Rara. Difícil. En los últimos siete días he asistido a un parto (o más bien a un posparto); he ido a visitar a un amigo que está ingresado en el hospital; he estado en el velatorio de mi madrina recientemente fallecida; he perdido dos alumnas (una de ellas, también amiga, porque su novio está retenido en un centro de inmigrantes y tienen que pagar una abogada para ver si consiguen que no lo echen del país); he actuado en el teatro para seis espectadores; he empezado a trabajar en un instituto de Cornellá con un grupo de adolescentes conflictivos; he sido jurado de un concurso. Todas y cada una de estas cosas bien merecen un extenso post en el que exaltar lo bello y lo trágico de la existencia humana. Un post en el que reflexionar sobre la vida y la muerte, el éxito y el fracaso, la amistad, el amor, la pérdida, el misterio de donde venimos y a donde vamos, las carencias afectivas, la magia, la tristeza, el destino. Sin embargo, me siento a escribir y lo que me sale es contaros que me he gastado un montón de dinero en el Zara. Ocurre que a veces la vida es demasiado real como para expresarla con palabras. A veces, la realidad es tan brutalmente intensa, tan devastadoramente innegable, tan inmediata que uno es incapaz de juntar cuatro frases acerca de ella. Para escribir hace falta tomar algo de distancia. Ver las cosas desde fuera. Poder reírse, ni que sea un poco. A veces la vida te estalla en la cara y uno no puede empezar a contarlo hasta que no ha acabado de recoger todos los pedazos. Esta noche voy al concierto de Mika. Luces de colores, hombres disfrazados de animales, gordas de dibujos animados, Grace Kelly, globos, piruletas, Los Simpsons, Coca-Cola, tirantes, cassettes y pantalones rojos. También hay que divertirse. Mientras tanto que la vida siga haciendo sus planes...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible todo lo que te esta pasando en poco tiempo... espero que pudieras disfrutar del concierto. A ver si puedo convencer a Cris y vamos a verte en la obra, que por una cosa o por otra nunca nos ponemos de acuerdo o se nos va el tiempo al cielo.

un beso y sobretodo un gran abrazo de la cubretetas rosa ;)

Anónimo dijo...

A veces la vida de real que es no te permite ni el momento de sentarte a escribir o a leer, hacia tiempo que no te leia, y como siempre que te leo, sonrio :)

Si alguna vez quieres ir al Zara con alguien que te frene, sabes que siempre he sido muy cabezona..

Un beso enorme.

Fdo: Ella Baila Sola

Anónimo dijo...

Y lo bonito que es que de vez en cuando la vida real nos de una alegria! he is free!!! nos vemos pronto!!!

Anónimo dijo...

Es verdad, Judith, increible. Pero estoy bien. Me lo pasé genial en el concierto. :) Os veo en la obra!

Ella Baila Sola, ya sabes que siempre eres bienvenida por aquí. Me alegra seguir haciéndote sonreir. No olvides recordarme cuando actuas!

Sí, Jandro, que alegria, eh! :) Un beso.

Anónimo dijo...

Me gusta que en la progresión de "boda de veinteañeros", "boda de treintañeros"... te hayas parado al llegar a la mía. La palabra "gay" ha suplido a la de "cuarentones". Ya me parece bien... aunque no sé si lo has hecho por delicadeza, o por vergüenza. Jajaja.

Lo que ya me preocupa un poco más es que a la "boda gay" no le has añadido el adjetivo "ilusionados" ni "esperanzados". Jajaja. ¿Es que acaso la palabra "gay" también substituye (o anula) estos adjetivos?

Bueno, sea como sea, espero verte en mi boda con la americana con camisa y calcetines a juego, y no con los pantalones rojos... aunque también deben ser chulos.
Un beso grande, socio.

Anónimo dijo...

Ya sabes que gay también significa alegre... en realidad me refería a eso, jaja. Llevaré la americana, no te preocupes, que con lo que cuesta hay que amortizarla. Un saludo! Je. :)