21 de agosto de 2008

LAS PARADOJAS DEL ZOO

"La vida es un zoo en una jaula" (Peter de Vries)

CABOT
Ya sé lo que estáis pensando. Parezco Jack Nicholson en El Resplandor. Tenía que ponerla.

Hace unos días, fuimos al zoo Álex, mi hermana y yo. Hacía muchos años que no iba al zoo de Barcelona. Es uno de esos sitios al que sólo vas si eres niño, padre o novio. Es para las familias. Hasta los turistas que hay son familias. Y tengo que decir que me pareció un lugar precioso y triste. Las dos cosas. Aunque suene paradójico.

La parte más bella son los animales. Las hembras con sus hijos, ver su relación. La parte triste es pensar que echen de menos África o que directamente hayan nacido en cautividad. En ese caso, se deben conformar con soñar con ella. Impresiona, si lo piensas, ver a los animales encerrados. Atrapados en sus jaulas. Tan bien cuidados y, sin embargo, privados de libertad. Dan pena. Todo lo que el hombre es capaz de hacer por ellos no es nada como lo que ellos hacen por sí mismos viviendo en su hábitat natural.

Me llama la atención cuando miramos, por ejemplo, a los monos y nos sorprende lo humanos que parecen algunos de sus gestos o comportamientos. ¡Parecen personas! Como si eso los hiciera mejores, pobres monitos. Como si ser humano fuera el súmmum de la existencia. El colmo de la evolución de los seres vivos. Con lo que molaría ser monito.

Antes se iba al zoo de Barcelona a ver a Copito de Nieve (en paz descanse) o a la orca Ulises. Eran las estrellas. Ahora ya no hay estrellas, aunque nos traten de vender el fichaje de los lemures. En mi opinión los suricatos son más carismáticos. Ahora los demás destacan y es más justo. Aunque vendan menos entradas. Es como una película coral independiente de la que sobresale la actuación de los delfines. Se les ve tan a gusto en su piscina, tan felices jugando con sus cuidadores, tan disciplinados, tan divertidos que te hacen olvidar toda tristeza, toda contradicción, toda paradoja.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que majo el zoo, la última vez que fuimos fue un mes antes de que muriera el copito de nieve, ese dia llovia, la verdad es que los animales tienen cara triste, como si supieran que su libertad está cerca pero no la podrán tener. Siempre quedará la ignorancia de aquellos que nunca la tuvieron...
Ojalá fuera un ignorante!

CARLES ARMENGOL dijo...

Uy, qué mono eres! La verdad es que esa foto es uno de los momentos cumbre de este blog. Yo no había pensado en Jack Nicholson, pero casi mejor no te digo en lo que había pensado...
Un abrazo simiesco. Hasta pronto.

abel dijo...

que bonica la foto del resplandor monero!
He de decir Ivan, que la ultima vez que estuve en el Zoo de Barcelona salí traumatizado por ver a copito de nieve chupandose una especie de pupa que tenía en la axila (era algo mas desagradable que una pupa, la verdad, un herpes albino)...los monos me miraban como diciendome: Por favor, lanzame un cacahuete envenenado y acaba con mi sufrimiento... Las girafas y los elefantes caminaban violentos a paso agresivo y vi como unos buitres despedazaban un conejo (que perfectamente podía estar tres jaulas más allá).
Es cierto que el Zoo es un lugar obligatorio de citas, pero es como ver una peli de terror, vas con tu novi@ para agarrarte por el pánico del acosador de Drew Barrymore, aqui lo que da miedo son esos cuidadores con sospechosos cubos de sospechosa comida de sospechosa procedencia...CHAN-CHAN-CHAN (musica de suspense)
un besico
P.D: no hay nada mas triste que una tienda de animales...no hay nada mas triste que los cabalitos pony

Anónimo dijo...

Me encantó pasar el dia en el zoo contigo y Patri.

Y no sé si alegrarme de hacerte esa gran foto...

Sales moniiisimo.
(Aunque no tanto como el monito bebe del ultimo post)

:)